Santiago de Chiquitos, la antesala del cielo, se convirtió en una galería de arte
Entre el 24 y 27 de enero, el ConservArte llenó de arte y cultura la región para promover la conservación de sus recursos naturales. Pintura, escultura, danza, música, performances, fotografía; un derroche de belleza.
Rubens Barbery / Santiago de Chiquitos
domingo, 03 de febrero de 2019
Santiago de Chiquitos es una población ubicada en el municipio de Roboré, aproximadamente a 420 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en el corazón del bosque seco chiquitano, zona de transición entre diferentes ecosistemas que le dan una característica e importancia ambiental única.
El pueblo, fundado en el territorio que se conoce como las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, se encuentra en la entrada de la Reserva Municipal de Vida Silvestre Tucabaca, espacio de conservación con escenarios tan paradisiacos que le ganaron el nombre de la antesala del cielo.
No faltaron las presentaciones de teatro, circo, malabares, libros, poesía, obras de reciclaje y toda forma creativa que tiene el humano para expresarse para enviar un mensaje claro que permita sensibilizar sobre la importancia de la conservación ambiental.
Basta decir que la reserva de Tucabaca es la principal fuente que provee de agua al pantanal boliviano, uno de los reservorios de agua dulce más importante que tiene el planeta, para que tomemos consciencia de lo fundamental que es para nuestra sobrevivencia.
Steffen Reichle, biólogo y propietario del hotel Churapa, fue uno de los impulsores del ConservArte, que además promueve el turismo sostenible en el municipio de Roboré.
Durante la inauguración de esta nueva versión del ConservArte, Reichle remarcó la importancia ambiental de Tucabaca y de cómo, con actividades de turismo sostenible –por ejemplo: el senderismo ecológico, el avistamiento de aves, el trekking, el biking y tantas otras alternativas existentes de turismo que son amigables con la conservación–, pueden generar ingresos de forma transversal para toda la población.
En esta versión del ConservArte, Steffen Reichle remarcó que toda la capacidad de alojamiento instalada en Santiago de Chiquitos y de una buena parte de Roboré se saturó. Contó que se incrementaron las ventas de diferentes sectores, como las de las artesanías, además de las de servicios, “que encuentran una fuente de ingresos perfectamente compatible con la naturaleza”.
Las puestas en escena
Una de las iniciativas que más emocionó al público en esta última versión del ConservArte fue la performance realizada por el artista plástico Lucas Leoni, quien, acompañado por el violinista Harold Suárez, profesor de la Escuela de Música de Santiago, y por el grupo de danza artística brasilero Mochila Encantada, pintó un cuadro de los abuelos, símbolo del sudeste chiquitano.
El cuadro fue subastado para recaudar fondos para el funcionamiento del coro y orquesta de jóvenes de Santiago de Chiquitos.
El alcalde de Roboré, Iván Quezada Dorado, valoró el hecho de que ConservArte promueva la conservación, la cultura viva de Santiago de Chiquitos y el turismo generador de ingresos locales. Destacó que luego de cada festival quedan diferentes obras en el municipio, como por ejemplo los murales pintados por Roxana Hartmann y Arterías Urbanas, los cuales ilustran la fuerza de la mujer chiquitana y la naturaleza, respectivamente.
La esculturas en hierro de Diego Ferrufino y la exposición itinerante de fotografías permitirán tener una buena muestra de lo que tenemos para ofrecer en mercados turísticos internacionales, destacó la autoridad.
El Festival ConservArte es organizado por el Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible, el Gobierno Autónomo Municipal de Roboré, la Reserva Municipal de Vida Silvestre Tucabaca y el hotel y restaurante Churapa.
Rubens Barbery Knaudt es presidente del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (CEPAD), uno de los organizadores de ConservArte.